¿QUÉ INFLUENCIA TIENE LA "ERA DIGITAL" SOBRE EL SECTOR ECONÓMICO?
Sólo hace falta mirar a nuestro alrededor para darnos
cuenta de que los tiempos han cambiado. El mundo ha cambiado y sigue haciéndolo
muy rápidamente. Muchos (por no decir la mayoría) de los avances, tienen que ver
con la tecnología, con lo digital. A lo largo de los años, esta ha ido
abarcando más materia e influyendo en ella. Se aprecia la variación del método
de enseñanza, de los medios y estructuras de trabajo, la medicina, la
comunicación… y demás materias, todas evolucionadas gracias a las nuevas
tecnologías, a la era digital. La economía, tampoco se queda atrás en lo que a
influencia digital se refiere, esta última ha supuesto grandes cambios
y beneficios en el mundo económico, pero también presenta multitud de nuevos
desafíos.
En relación con esto, vamos a hablar de cómo la tecnología se ha adueñado de la sociedad y la economía hasta el punto en que nuestro sistema depende de ella. Por otro lado, veremos brevemente uno de los avances digitales más importantes, la inteligencia artificial y cómo influye esta en la actividad económica. También es importante hablar del continuo debate que existe acerca del futuro del empleo con el avance tecnológico. Por último, como ya conocemos de primera mano la multitud de ventajas que las tecnologías nos aportan, nombraremos algunos de los peligros que supone la digitalización.
Es evidente que compañías como Whatsapp, Google, Facebook, Instagram, Glovo o Uber, son empresas que, con una cortísima trayectoria vital, se han convertido en gigantes empresariales de nuestra economía. Casos como el de Amazon, que acabó destruyendo todos los sistemas que, hasta su nacimiento, se conocían y revolucionando por completo el sector, son una clara muestra de que el mundo tiende hacia lo digital y que, como decía Bill Gates, “de no adaptarnos a este cambio, nos quedaremos fuera”. Todo esto nos demuestra que las formas de hacer las cosas en la economía o dicho de otra forma, las normas de juego, han cambiado por completo. Además, las empresas de hoy en día se enfrentan a nuevos competidores, dado que la digitalización ha facilitado la globalización de las empresas y con ella ha aumentado la competitividad.
Al igual que las empresas, la economía está dando un giro de 180 grados. La forma en que se mide la economía hoy en día es completamente diferente. Y como es lógico, dado que las empresas líderes del mundo dependen de las nuevas tecnologías y del entorno digital, el impacto de una posible crisis en el mundo digital se ha vuelto más importante en la economía global, dado que, si se cayese el mundo digital, lo harían las empresas y con ellas, la economía. En resumen, tanto nuestra sociedad como nuestra economía tiene una inmensa dependencia en las tecnologías. Según estudios realizados por Capital Economics Research, si se produjera un shock en el mundo digital, concretamente, si internet sufriese una caída durante unos días, la economía global se vería muy mermada.
Ahora que ya hemos visto la influencia de la digitalización en nuestro día a día, vamos a observar uno de los grandes avances digitales, la inteligencia artificial. Pero para hablar de inteligencia artificial, primero es necesario comprender mínimamente qué es. La Inteligencia Artificial se considera uno de los grandes avances de la Era Digital. Según Brookings, dada la capacidad de los seres humanos para contemplar, juzgar e interpretar, la IA es una máquina que responde a los estímulos de la misma manera que lo humanos. En otras palabras, es un sistema de software que refleja la inteligencia. Un conocido ejemplo es la asistente virtual de Apple, “Siri” o el primer coche sin conductor, sacado por Google en 2012. Pero ¿qué efectos tiene esto en la economía? os preguntaréis. He aquí algunos de ellos:
En primer lugar, afecta a las modalidades de empleo y al mercado laboral en general, (de esto hablaremos más tarde). Por otro lado, tiene gran influencia sobre la productividad. Esto se debe a que hay puestos de trabajo en los que la automatización complementa al trabajador. En estos casos, de hecho, las máquinas incrementan la productividad de los trabajadores. Original aquí.
En otro orden de las cosas, uno de los temas más tratados
cuando se habla de la influencia de la digitalización en la economía es el
referente al mundo laboral. Con frecuencia oímos conversaciones a cerca del
miedo a perder el trabajo dado el desarrollo tecnológico, o en las que se
incluye la preocupación acerca de en qué trabajaremos el día de mañana o si
desaparecerán formas de empleo. Y es que como venía diciendo, la digitalización
supone un gran cambio tanto para la economía como para la sociedad, y esto
incluye al trabajo. Es cierto que, con el avance, muchas profesiones
desaparecerán o serán muy reducidas, sobre todo las ocupaciones de nivel
intermedio (oficinistas, transportistas, artesanos, etc). Las profesiones que
se dan con más frecuencia últimamente son las que requieren profesional más
cualificado (como técnicos y profesionales) el personal de los servicios, en especial, el de atención al
público, y las que requieren de menos cualificación, como los peones y el
personal de limpieza. Además, estudios recientes, argumentan que varias tareas rutinarias
como escritos legales, diagnósticos médicos, transporte de mercancías por
carretera, y una larga lista más, serán pronto automatizadas y muchas más
ocupaciones serán redundantes, mientras que los empleos de vendedores y que
requieran persuadir, en general, no lo serán tanto. Seguramente las nuevas
formas de empleo y profesiones que se generarán en el futuro serán las
relacionadas con las tecnologías.
Las nuevas tecnologías no
sólo han cambiado la composición del empleo por ocupaciones y cualificaciones.
También han cambiado el modo de intermediación laboral, cómo se emparejan los
trabajadores y las empresas. A su vez, están generando nuevas figuras de
empleo.
Como decía anteriormente, al
igual que tiene gran cantidad de ventajas, la digitalización acarrea ciertos
peligros y problemas. Algunos a mencionar son los siguientes: al normalizarse
el uso de la tecnología y las redes sociales, las prácticas básicas de
protección al consumidor se han relajado o abandonado, conduciendo a
situaciones peligrosas (por ejemplo, ¿cuántas veces hemos aceptado políticas de
privacidad, para poder seguir navegando por internet, sin tener ni idea de qué
decían?). Además, la negación de la realidad que no haya sido registrada por un
dispositivo digital (si no lo encontramos por internet o redes sociales, no nos
lo creemos). Por otro lado, es importante mencionar que la atención permanente
a dispositivos digitales causa un deterioro de las relaciones humanas básicas,
con consecuencias muy negativas para la cohesión social, y reduce la capacidad
de atención. También, pueden generar un deterioro de la salud física por el
“sedentarismo” causado por el uso excesivo de dispositivos digitales. Por
último, otro de los peligros que tienen las tecnologías son la violación de la
privacidad, manipulación de identidad y abuso de poblaciones desprotegidas,
especialmente niños pequeños y adolescentes.

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